viernes, 10 de junio de 2016

Y tal como fui, volví

¡Qué rápido se ha pasado el tiempo! Así casi de puntazo y sin avisar decidimos ir durante 3 semanas para España a disfrutar del sol, de los nuestros y de la comida rica y barata (en comparación con Santiago, todo parece barato).

Breve pero intenso. Nada como volver a casa para saber que no hay tantos cambios y que siempre se está a tiempo de volver. Ahora mismo nuestra vida no está allí, si no que de algún modo está empezando a nacer aquí.

Me quedo con las caras de sorpresa, las lágrimas de emoción, los abrazos, la ilusión de hacer ver a los demás que tampoco estamos tan lejos, redescubrir que la felicidad está en las cosas simples como una sobremesa, un bocadillo de tortilla francesa con tomate de tu madre, o ver las mismas caras de siempre y que no pase el tiempo...
Navidad
La cordillera andina
Y ahora, de vuelta al frío y el ruido con más proyectos y energías renovadas.

1 comentario:

  1. Haciendo de cualquier sitio nuestra casa, porque lo importante de todo esto es a quién eliges para hacerlo.

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