miércoles, 5 de junio de 2013

Vocación

Hoy estoy muy emocionada. He tenido una paciente de menos de 60 años después de tanto tiempo *_*, que trabajar con los abueletes me encanta, pero gracias a cosas como la de hoy me doy cuenta de mi verdadera vocación: Ser una Terapeuta Ocupacional en Atención Temprana, o con niños en general...aunque tengan más de 6 años.




Y. cumplirá cuatro años este sábado, es una niña muy tímida pero muy alegre y con ganas de jugar a todas horas. Por desgracia cuando nació su madre tuvo un parto muy complicado, y como secuela ella ahora tiene una hemiparesia derecha, especialmente en el brazo y mano; utiliza la mano izquierda para casi todo, olvidándose a menudo de usar la parte derecha. Sus padres se dieron cuenta de lo que ocurría cuando Y. comenzó a caminar, ya que ella nunca gateó. Ha ido en alguna ocasión al médico e intentaron llevarla a rehabilitación, pero por falta de dinero (aquí la rehabilitación y este tipo de servicios son casi un lujo) y por tener que trabajar la madre dejó de ir y no puede continuar un tratamiento. Comprende perfectamente todo lo que se le dice, y se expresa muy bien por gestos, pero para tener casi cuatro añitos no habla mucho ni se le entiende bien.
Me entristece  pensar que no tendrá la posibilidad de ir a una logopeda o de tener una buena rehabilitación por falta de dinero y recursos, y que posiblemente eso haga que en un futuro tenga más problemas de los que, en caso de tener esa posibilidad, tendría.

Dentro de lo que cabe yo he hecho lo poco que he podido: Jugar con ella casi dos horas delante de su vecina, su madre, y su hermana de 7 meses. ¡¡Me lo he pasado yo mejor que ella!!
En serio...¿cuál es la mejor manera de "obligar" a una niña a usar su brazo y mano derechas? está claro...Jugar,  hacer que cualquier ejercicio que hagamos, con los objetivos que queremos conseguir (en este caso integrar el lado derecho en las actividades y fortalecerlo), sea atractivo y sobre todo divertido.

Entre otras muchas cosas hemos hecho lo siguiente:
- Hemos lanzado y botado una pelota (que luego le he regalado)
- Hemos abierto y cerrado las pinzas de la ropa con cada dedito (este le ha gustado menos, porque le costaba más).
- Hemos hecho figuras y animales con plastilina (que también le he regalado para que siga haciendo tratamiento en casa). Ha sido todo un éxito, ella daba las ideas y yo le recordaba con qué mano tenía que coger la plasti ¡hemos hecho el mejor sol, pollo y caballo del mundo! (lástima no tener fotos).
- Por último hemos gateado por toooodo el salón, y hemos intentado caminar arrastrando el culete y apoyando bien los brazos.

Todo esto que suena divertido y puede parecer un simple juego es muy importante para ella, y si la mamá sigue los consejos que le he dado igual si he hecho algo importante hoy.

No sé todavía si la semana que viene volverá a una última sesión, pero por si acaso ya tengo un montón de ideas para hacer juegos de gateo, de saltos, de equilibrio, de coger y soltar con la mano derecha...

¿Con qué me quedo? Con que al principio me he encontrado con la niña más seria que he visto en mucho tiempo y en cambio cuando se ha ido con una sonrisa enorme y haciéndonos adiós con la manita :_).